La demanda, presentada por cuatro congresistas del Partido de los Trabajadores en contra del Gobierno Federal y de Embraer, busca un mandato judicial para congelar las conversaciones entre las dos compañías, aseguró la empresa.
El memorando de entendimiento firmado entre Embraer y Boeing fija que nacerá una nueva sociedad conjunta (joint venture) que incluirá la división de aviones comerciales de Embraer, con todo su portafolio de productos, valuados en alrededor de 4.750 millones de dólares, y que ella será propiedad de Boeing en un 80%, quedando en manos del fabricante brasileño el 20% restante.
Aunque Embraer es privada, el gobierno brasileño mantiene una acción especial que le garantiza poder de veto sobre importantes decisiones de negocios.
La acción judicial es solo el último problema para un acuerdo que ha suscitado críticas de sectores preocupados por el impacto sobre los empleos en el país sudamericano y los que temen sobre la viabilidad financiera de Embraer sin su lucrativa unidad de aviones comerciales.
El pacto propuesto con Boeing no incluirá las unidades de defensa y aviones ejecutivos, donde el Gobierno brasileño mantendría el control.
Un juez laboral de Brasil rechazó este mes un pedido para hacer que la adquisición propuesta dependa de un compromiso para preservar todos los puestos de trabajo a nivel local de la compañía.
Ejecutivos de Embraer dijeron este mes que no esperan concluir las negociaciones hasta avanzado el próximo año.