Por: Héctor Adorno.
Check in en SGAS/ASU con el personal de Alas U.
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Allá por el año 2012, lamentábamos la desaparición de una de las aerolíneas más antiguas y tradicionales de la región, las PRIMERAS LINEAS URUGUAYAS DE NAVEGACIÓN AÉREA, más conocida como PLUNA, que sorpresivamente suspendía todas sus operaciones un triste día de junio de aquel año, dejando a la deriva y en la incertidumbre a cientos de funcionarios.
Fueron muchos los vaivenes y desafortunadamente no fue posible hacer resurgir a la misma con el emblemático nombre, pero hoy día, y gracias a la valentía y tenacidad de un grupo de ex funcionarios y con apoyo financiero del gobierno, nace la aerolínea ALAS URUGUAY, con la intención de devolver a los uruguayos SU aerolínea de bandera y dándoles las posibilidad de conectarse al mundo viajando en aviones uruguayos.
El pasado día jueves 21 de enero, ésta novísima aerolínea uruguaya comenzó a operar y fue la capital de nuestro país la elegida como primer destino. Aeronáutica Paraguay, como ya es costumbre, realizó la cobertura del vuelo inaugural, compartiendo con ustedes todos los detalles de aquel acontecimiento; pero ésta vez no nos quedamos ahí, gracias a la gentileza de los directivos de ALAS URUGUAY, pudimos conocer la experiencia de viajar con ellos, y nada más y nada menos que en el mismísimo primer vuelo de la compañía.
Salidas de la tarde.
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Aproximadamente a las 13 horas del jueves, cumpliendo la norma de presentarse en el Aeropuerto dos horas antes del vuelo, ya estuve presente el lugar. Alas Uruguay, en su página www.alas.uy te da la posibilidad de realizar el web check in; la misma es muy sencilla y fácil de utilizar. Utilizando este sistema, el proceso es mucho más rápido en el counter de la aerolínea. Los servicios en tierra de la aeronave, así como los de atención de pasajeros son realizados por empresas tercerizadas, pero no por eso dejan de ser muy amables y eficientes.
Siendo las 15 horas, puntualmente aterrizaba por primera vez en vuelo comercial en el Silvio Pettirossi el Boeing 737-300 de la aerolínea uruguaya, ante la atenta mirada y expectativa de medios de prensa, autoridades, invitados especiales y todos los presentes en el aeropuerto, quienes con emoción recibían al avión uruguayo en Asunción. Luego de tocar suelo guaraní por la pista 02, el avión carretea e ingresa a plataforma, donde es recibido por el tradicional “water salute”, para posteriormente dirigirse a la manga número 4.
La salida estaba prevista inicialmente para las 15:40, pero por tratarse de un vuelo especial, la misma se reprogramó para las 17:00, pues la mayoría de los directivos y medios de prensa que venían en el vuelo desde Montevideo también participaron del acto protocolar llevado a cabo en frente al sector de operaciones, y debían volver a Uruguay en el mismo día.
Una vez terminada la ceremonia, comenzamos a embarcar al avión. El Boeing 737-300 es prácticamente un clásico ya en estos días. El CX-OAA tiene 18 años de edad, su primer vuelo lo realizó el 29 de enero de 1998, su número de serie es 28569 y está equipado con dos motores CFM56-3C1. Su primer operador fue Air France, con quien voló con la matrícula F-GRFC, y luego Ukraine International airlines, con la matrícula UR-GAN.
Parte de la tripulación nos recibía en la puerta de la aeronave, con una sonrisa y un cordial saludo. Al ingresar, se podía notar el impecable estado en que se encuentra aún el 737, el cual, para poder operar con Alas Uruguay, recibió un cambio total en cuanto a la configuración interior, que fue rediseñado en una clase única con una capacidad de 132 asientos, los cuales ofrecen un confort sin igual en lo que a aerolíneas regionales respecta. Los mismos están forrados con cuero en un tono claro, que dan una sensación de amplitud en la cabina de pasajeros, además de hacerle sentir a uno como en una silla de primera clase; a eso le sumamos el generoso picht (distancia) entre asientos de que gozan estas butacas, que son de unas 32,5¨, un 10% más que el promedio, dando así una mayor comodidad y salud a las piernas durante el vuelo.
Siendo ya las 17:00, no solamente se sentía la calurosa bienvenida a la aerolínea uruguaya, sino también el sofocante clima de verano de Paraguay; a esas alturas ya todos los pasajeros, prensa e invitados especiales habíamos abordado el avión y aguardábamos por la partida rumbo a Uruguay. Por tratarse de un vuelo especial, nuestro destino no era Montevideo, sino Punta del Este. El vuelo YZ 711 partía así por la pista 02 siendo las 17:05, dejando atrás la capital paraguaya (y el calor también) para dirigirnos al aeropuerto Laguna del Sauce de Punta del Este.
En el vuelo se sentía algo especial, había una energía inexplicable, y es que se trataba de algo muy anhelado por mucho tiempo por los ex trabajadores de la desaparecida Pluna, quienes anduvieron durante varios años detrás de éste emprendimiento, que en ese día se hacía realidad. El ambiente en el aire era totalmente distendido, había mucha emoción y euforia. En el vuelo iban los principales directivos de la compañía, así como también muchos representantes de distintos medios de prensa de Uruguay y Paraguay, autoridades de ambos países y personal de agencias de viajes entre otros.
El vuelo desde Asunción hasta Punta del Este estuvo a cargo del Comandante Pablo Hrerlika, quien una vez llegado a la altura crucero de 9.000 metros, dio la bienvenida al vuelo por los altavoces, y al mismo tiempo brindó información sobre la velocidad, altura y duración del vuelo, y sobre el clima en la ciudad de destino. Terminado esto, comenzó el servicio de catering a los pasajeros. Como si no fuera suficiente el confort y la amabilidad ofrecida por la aerolínea, ahora debemos sumarle el buen servicio a bordo: el mismo consistía en un emparedado de lomito (bastante sustancioso), bebidas que podían ser gaseosas o jugos, y además un delicioso postre de chocolate.
Todo el viaje fue bastante tranquilo, con un cielo azul durante todo el trayecto, y un vuelo bastante placentero y sin contratiempos. Poco más de una hora de haber despegado de Asunción, se sentía ya la desaceleración de los motores, lo que daba la pauta de que nos íbamos aproximando a destino y luego de unos cuarenta minutos más llegábamos a la ciudad de Maldonado, más específicamente al Aeropuerto Laguna del Sauce, que sirve a la veraniega Punta del Este.
El aterrizaje en PDP fue bastante suave; luego de pisar tierra, los pasajeros estallaron en un fervoroso aplauso, práctica que hoy en día ya es muy poco usual, lo que contagiaba entusiasmo entre todos. Una vez detenida la aeronave, nos dirigimos a la plataforma, donde fuimos recibidos por el water salute de parte de los carros de bomberos. Sentí sinceramente algo especial con eso; ser parte de un vuelo inaugural y pasar por debajo de los chorros de agua es algo inexplicable, más aún siendo consciente de toda la historia que hay detrás de ello, tantas horas de esfuerzo y por sobre todo perseverancia de parte de los funcionarios para llegar a ese momento, sinceramente le ponen a uno la piel de gallina.
Al llegar a PDP, prácticamente todo el aeropuerto se paralizó para recibir al 737 de Alas Uruguay, donde uno miraba veía gente de pie, que dejaba todo lo que estaba haciendo, solamente para tomar una foto y admirar a la nueva aerolínea uruguaya. En el lugar descendieron aproximadamente unos 40 pasajeros, y también los medios periodísticos de la zona aprovecharon para tomar unas notas, mientras la aeronave de preparaba nuevamente para seguir el viaje con destino a la capital del país charrúa.
Luego de unos 40 minutos, nos dispusimos nuevamente a partir de Punta del Este con destino a Montevideo. El vuelo tendría una duración de solo ¡15 minutos! Al despegar se observa algo sin igual; las playas y la ciudad de Punta del Este, el mítico Casa Pueblo y un hermoso atardecer en el Océano Atlántico son postales que quedan en la retina de uno. A continuación volamos sobre el Rio de la Plata con dirección a MVD. Rápidamente llegamos a destino, y ya en aproximación final seguían las vistas inigualables, pero ésta vez de la ciudad de Montevideo, pasamos prácticamente encima de ella mientras nos dirigíamos hacia el Aeropuerto Internacional de Carrasco.
Esta vez, el corto vuelo estuvo a cargo del Comandante Pablo Castelucci, quien de igual manera brindó un saludo a los pasajeros y dio indicaciones sobre el clima y condiciones del vuelo. Llegamos sin contratiempos a la capital uruguaya, y nuevamente un fervoroso aplauso felicitaba a la tripulación por el excelente vuelo. Nos dirigimos a la manga número 1 del imponente aeropuerto de Carrasco, donde una vez descendidos los pasajeros, un sacerdote que nos acompañó durante todo el vuelo, procedió a dar una bendición a la aeronave y a los funcionarios que trabajarán en ella. De ésta manera terminaba la primera parte de la travesía, para poder dar lugar a disfrutar de unos días conociendo las maravillas de Uruguay, lo cual estaremos compartiendo en una siguiente entrega.
El día lunes 25, con tristeza debíamos abandonar Uruguay, un país realmente maravilloso. Que su tamaño no confunda lo grandioso de éste país, el mismo tiene mucho que mostrar, y la calidad de personas que habitan en él te dejan con las ganas de volver pronto.
El vuelo de retorno, el YZ 704 estaba programado partir del Aeropuerto Internacional de Carrasco a las 13:15, con llegada al Silvio Pettirossi a las 15 horas. De vuelta estuve dos horas antes en el Aeropuerto para realizar el check in, y además poder pegar unas vueltas y conocer ésta terminal aérea, considerada como una de las mejores de Sudamérica, y con razón, la moderna terminal es sumamente funcional, sus espacios son bastante amplios y bien distribuídas las zonas de counters, seguridad, aduanas, etc.
El chequeo en el counter de Alas Uruguay fue bastante rápido, y el personal de la aerolínea muy amable nuevamente; creo que esto será un distintivo de la compañía, ya que su lema es justamente “la aerolínea atendida por sus propios dueños”. Una vez realizado ese proceso, ingresé al área de migraciones para realizar los protocolos de migraciones y demás para así ingresar a la zona de embarque. Una vez ahí, se tiene una vista espectacular de la pataforma, donde se encontraban un A340 de Iberia, un B777 de Air France, un B767 de American Airlines, un A320 de Lan, y un B737 de Gol. Además, a un extremo, frente al viejo aeropuerto descansaban dos B727 de Air Class, y también el B733 de Alas Uruguay, con el que volvería a Asunción.
Ya acercándose la hora de nuestro vuelo, nos llaman a descender por manga hasta un bus que nos llevaría donde nuestro avión. El proceso fue bastante rápido, por lo que pudimos partir en horario rumbo a Asunción. A cargo del vuelo estaría nuevamente el Comandante Pablo Castelucci. Despegamos de MVD siendo las 13:15, y nos dirigimos así a la capital paraguaya. El comandante, una vez alcanzada la altura de 9000 metros, saluda a los pasajeros y nos da indicaciones sobre las condiciones del vuelo y el clima en nuestro destino. Ésta vez, el vuelo fue un poco más movido, en frente a nosotros había una tormenta, por lo que el avión desvió la misma, de igual manera se sintió un poco de turbulencia en partes del vuelo.
El servicio de catering se sirvió sin inconvenientes, siendo el mismo delicioso y sustancioso menú del vuelo anterior. La tripulación nuevamente muy amable y atenta con los pasajeros. Luego de aproximadamente una hora y cuarenta minutos, llegábamos por fin a Paraguay de vuelta. Tuvimos un suave descenso e igual aterrizaje (ésta vez ya sin aplausos), y una vez detenida la marcha, nos dirigimos a la manga número 6. De ésta manera concluye una experiencia fantástica, y sinceramente, puedo recomendar sin lugar a dudar probar el servicio de ésta nueva aerolínea, que pretende reivindicar el lugar que había alcanzado la antigua Pluna, y convertirse en un orgullo para Uruguay y la región.
Nuestros agradecimientos especiales a José Brunetti y Romina Fernández por la oportunidad brindada, y a todos los funcionarios de Alas Uruguay, por hacernos sentir la hospitalidad uruguaya desde el momento mismo en que uno aborda el avión.
:: Agradecimientos:
– José Brunetti: Representante comercial Alas Uruguay – Asunción
– Romina Fernández: Representante comercial Alas Uruguay – Asunción
:: Fotografías:
– Héctor Adorno: Aeronáuticapy – ASU Spotters