El reconocido Arq. Carlos Achucarro, experto en planeación urbana ambiental de infraestructuras aeroportuarias, preocupado por la manera en la que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), a su criterio, irresponsable y arbitrariamente, lleva adelante el proceso de ampliación y modernización del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi mediante la herramienta de ley de alianza público privada (APP), contactó con nuestro equipo de redacción, exponiendo sus cuestionamientos, pareceres y conclusiones acerca de lo que considera un mal negocio para el estado paraguayo y una potencial agudización del aislamiento aéreo del país debido a costos operativos prohibitivos para las aerolíneas.
Estimados Sres. Aeronáutica Paraguay
Remito resumen ejecutivo de mis cuestionamientos al proceso de APP implementado en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, gestionado por el MOPC:
Ningún desarrollo aeroportuario será posible sin una política de transporte aéreo, y/o alianza estratégica con una o más aerolíneas: El MOPC y DIPE ignoraron las recomendaciones derivadas del estudio realizado por la Comunidad Económica Europea sobre 4 factores críticos a subsanar respecto a restricciones para el desarrollo del transporte aéreo. Por el contrario, lo agravaron al incrementar las tasas aeroportuarias conforme al Decreto Nº 4333/2015, aumentando los costes desde el 50% hasta el 400% en algunos servicios, introduciendo además algunos inexistentes. La Organización de Aviación Civil Internacional recomienda expresamente a los Estados (AAC), que cualquier incremento en la estructura de los costes de los servicios aeroportuarios y de navegación aérea, deben ser coordinados previa consulta con los afectados. Sin embargo, con este incremento unilateral realizado por la AAC, las aerolíneas se ven afectadas, pudiendo significar la reducción de sus frecuencias. Ignoraron a los principales clientes de los aeropuertos, las aerolíneas.
No habrá éxito si no se incluye una alianza con una o más aerolíneas que conviertan en su base de operaciones al Silvio Pettirossi. Debemos dejar de soñar y mentirnos. Al menos deberíamos tener una aerolínea aliada, como lo hizo el estado panameño con Copa Airlines y el aeropuerto Tocumen de Ciudad de Panamá.
Para Tony Tyler, Director General de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), refiriéndose al aumento de las tasas en el aeropuerto internacional de Santiago de Chile, expresa que: “el 50% de aumento en los costos de las compañías que operan en el recinto es un mal ejemplo de cómo desarrollar una industria aérea pujante, que estimule la demanda de viajes y el crecimiento de la economía”.
¿Por qué van a construir una nueva terminal de pasajeros innecesaria para la proyección de demanda del tráfico de pasajeros? La proyección de crecimiento de pasajeros anual es de 4,7% para Latinoamérica, cifra estimada por Boeing, Airbus y Embraer para los próximos 20 años.
La capacidad actual del aeropuerto, con la última ampliación hecha en el 2013/2014, es para 1.300.000 pasajeros por año. Los pasajeros transportados en el año 2015 fueron 910.554. Conforme a la proyección del 4,7%, esto se incrementará 42.796 pasajeros por año. Significa que recién en el año 2024 estará saturada la capacidad del aeropuerto, llegando a 1.295.718 pasajeros por año.
No es necesario aumentar de inmediato la capacidad del aeropuerto de Asunción, si bien ello sería recomendable que se prevea con antelación, de tal manera a que esté listo antes del 2024, estamos a 8 años de ese punto de saturación.
Tony Tyler fue contundente al decir: “Hemos visto ejemplos de aeropuertos que son vendidos al mejor postor, y luego ese mejor postor se descarga con las aerolíneas para lograr utilidades e invertir en las mejoras del aeropuerto”. Un cuestionamiento claro e irrefutable que no justifica el modelo de evaluación económico y técnico empleado por el MOPC para adjudicar al mejor postor la ampliación y operación del aeropuerto Silvio Pettirossi; un modelo que permite la discrecionalidad de ofrecer el mayor canon posible, con tal de ganar, y luego “renegociar” indefinidamente. Convengamos, que nada impide una vez adjudicada, que la oferente solicite los ajustes por los números porcentuales de la proyección del mercado de tráfico de pasajeros que dice otra cosa, y como en todos los casos, recurrir también al incremento de las tasas para financiar sus inversiones.
A mayores costos, las compañías aéreas suben los pasajes, afectando la demanda, el desarrollo de nuevas rutas y frecuencias.
De seguir este proceso, la empresa adjudicada, invertirá (si es que lo hace) solo los 24 meses posteriores a la adjudicación, y luego de 30 años, nos devolverán el aeropuerto con sus instalaciones nuevamente obsoletas. ¿Dónde está el negocio en esto? Nosotros les estaremos entregando un negocio generando dinero e ingresos por unos 3.000.000 de dólares mensuales (estimativamente); que en menos de 5 años estarán recuperando y tendrán los siguientes 25 años de ingresos con un canon (fijo o variable, es una incógnita), que no le generará perdidas en ningún momento, considerando que el aeropuerto es un monopolio natural.
En los últimos 5 años (2011-2015), la Dinac ha transferido al Ministerio de Hacienda la suma de 77.719 millones de Gs (17,3 millones de dólares a la tasa promedio de 4.500 Gs/US$), que podrían haber sido invertidos en su ampliación.
El estado puede realizar las ampliaciones necesarias con recursos propios, ya que tan sólo un año (2013), en el que no se realizó la transferencia intergubernamental, el aeropuerto de Asunción se amplió a la actual capacidad de 1,3 millones de pasajeros al año. Esto demuestra que no es cierto que el Estado no tenga recursos para ampliar y modernizar el aeropuerto.
Con el modelo de adjudicar el aeropuerto al que ofrezca el mayor canon (el mejor postor), aumentarán las tasas para recuperar la inversión, lo que convertirá a nuestra principal terminal aérea en cara y poco competitiva para las aerolíneas.
Con este resumen ejecutivo (aunque incompleto), espero aportar objetivamente, todos los cuestionamientos a esta APP aeroportuaria, que considero, será un fracaso y un mal negocio para el estado, y por ende para toda la ciudadanía.