Las pruebas se llevarán a cabo en septiembre en el Centro de Ingeniería de Confort (CCA) con una superficie de 300 metros cuadrados, cuyas instalaciones permiten la simulación de las condiciones de un vuelo real. El laboratorio de la Poli-USP es uno de los dos laboratorios del mundo con esta capacidad de pruebas.
En las pruebas, serán evaluadas sensaciones de confort relacionadas con diferentes variables, que van desde el ruido producido por las turbinas hasta la temperatura del aire acondicionado. El proyecto completará un estudio más grande de Boeing llevado a cabo durante los últimos siete años, con el fin de comprender la comodidad de los pasajeros que vuelan en sus aviones. Cerca de 20 investigadores de la USP y Boeing estarán involucrados en el proyecto, así como cientos de pasajeros interesados en participar en la prueba.
Los resultados proporcionan parámetros importantes para mejorar la comodidad de los pasajeros y de reducir los costes de fabricación en el desarrollo de las aeronaves.