Por Luis Calvo
Turkish Airlines está negociando con Airbus y Boeing postponer la entrega de cerca de 200 aviones.
El terrorismo y la guerra de precios con las aerolíneas del Golfo pasa factura a Turkish Airlines. A pesar del buen resultado del flujo de tráfico de pasajeros, según un comunicado de Turkish Airlines entre enero y agosto de 2016 ha transportado un 3,8 por ciento más pasajeros que en el mismo período de 2015, y las conexiones internacionales se han incrementado en un 17,7 por ciento; los problemas con el terrorismo islámico, el precio del petróleo, y la disminución del ingreso medio por pasajero se han cobrando su precio.
Pendiente de las negociaciones con ambos fabricantes, desde Turkish han señalado que las entregas quedarían de la siguiente manera:
En 2018 recibirá sólo 10 de los 34 aviones previstos.
En 2019 35 de los 40.
En 2020 42 de los 52.
En 2021 sin cambios: 35 aviones.
En 2022 serán 30 aviones en lugar de 6.
Y en 2023 recibirá los 15 restantes que debería haber recibido hasta 2022.
Turkish tenía, al finalizar agosto, 335 aviones, 41 más que un año antes. De ellos 86 eran de dos pasillos y 239 de uno, frente a 69 y 215 respectivamente un año antes. Además, cuenta con 10 aviones de carga. Con estos aviones volaba a 290 aeropuertos, 241 de ellos fuera de Turquía.