Por Ernesto Klotzel
El protocolo de seguridad también restringe vuelos sobre gran parte de la isla Manhattan.
Siguiendo con el rígido protocolo de seguridad de las autoridades norteamericanas, el Servicio Secreto ha acordado una prohibición de sobrevuelo en zonas aledañas y encima del del Trump Tower, penalización que rige además para grandes zonas de la ciudad de Nueva York.
El espacio aéreo será liberado el 20 de enero, cuando Trump asuma el cargo. Hasta entonces, como es estándar en los Estados Unidos, cauteloso de proteger al Jefe de Estado, habrán restricciones en lo que refiere a vuelos. Si se detecta una amenaza, el uso de la fuerza letal está autorizado, incluyendo el derribo de cualquier aeronave que sobrevuele la zona de exclusión.
La prohibición de vuelos sobre Manhattan Valley es desde el suelo hasta una altura de 3.000 pies (900 m), mientras que la restricción sobre la residencia Pence, Vicepresidente de Donald Trump, en Indianápolis, aplica hasta los 1.500 pies (450 m).
Una de las preocupaciones de las autoridades son los drones, difíciles de ser monitoreados que pueden volar sin mucha dificultad en zonas no autorizadas.