Por Gustavo Galeano
Esta imponente aeronave con matrícula 9Q-CGI, sin bandera de origen, es propiedad del ciudadano francés Pierre Serge Gallipon. Ingresó a nuestro país el 21 de setiembre de 2006 procedente de Bolivia, y desde esa fecha continúa en el aeropuerto Guaraní.
Según Aduana, se ha demostrado que el Boeing 747-200 y las mercaderías en su interior ingresaron al territorio nacional sin haber cumplido con los requisitos legales, violando las normas establecidas. Al momento de la fiscalización, los responsables no pudieron sustentar con documentos la propiedad y el origen de la aeronave ni del cargamento, por lo que desde ese momento quedó retenida, y en 2011 se dictaminó que debía ser rematada, lo que no ocurrió hasta la fecha. Siempre según la versión del ente mencionado.
El dueño del avión fue imputado en aquel entonces por contrabando por el fiscal de delitos marcarios, Angel Aveiro. El representante del Ministerio Público afirmó tener elementos, mientras que el afectado creía que la medida era injusta.
La aeronave carguera fue traída a Paraguay para ser pintada, porque según el propietario, en aquel momento en Bolivia las condiciones climáticas eran adversas. Indicó que la pesquisa le causó graves daños. Dijo además que los vehículos a bordo los trajo al país porque los utilizaban para desplazarse vía terrestre desde Bolivia a Paraguay, donde iban a quedar solamente por tres semanas.
Pasó una década, y técnicos se encuentran verificando el 747 desde hace unos días. ¿Por qué razón? Al parecer el propietario del avión confiscado ganó un juicio contra la Aduana paraguaya por el procedimiento ocurrido, lo que generó pérdidas patrimoniales al mismo. El veredicto estaría beneficiando al Sr. Pierre Serge Gallipon con la puesta a punto del avión para volver a volar, cuyos costos, además de los gastos por aparcamiento de la aeronave durante 10 años en el aeropuerto Guaraní, deberían ser absorbidos por la entidad nacional. Esta información no está confirmada y es basada en datos no oficiales.
La fuente anteriormente citada menciona que se estima que en 30 a 60 días el avión podría estar en condiciones operativas, previas pruebas de simulación de despegue y funcionamiento de reversores. La intención del dueño del aparato sería llevarlo nuevamente al aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz, Bolivia.
Dinac, por su parte, dice que el pedido recibido fue simplemente el del lavado de la aeronave, y que resulta imposible que la misma pueda volver a volar, debido a los graves deterioros sufridos durante tantos años a la intemperie sin ningún tipo de cuidados y bajo abandono total.
¿Qué pasará? No lo sabemos, y estaremos atentos a como avanza este misterioso caso.