La imagen descrita en las líneas anteriores parece ciencia ficción de momento, pero puede ser una realidad en poco tiempo. Eso es, al menos, lo que creen los responsables de Transpose.
Desarrollado por A³, el laboratorio de innovación de Airbus en Silicon Valley (California, EE.UU), el proyecto se inspira en los aviones de carga y propone buscar soluciones modulares parecidas para las cabinas de pasajeros. La idea es crear diferentes modelos de compartimentos que pueden subirse o bajarse del avión entre un vuelo y otro para ajustarse a las necesidades del momento.
Una de las ventajas, aseguran los padres de la idea en su web, es que los fabricantes podrían entregar sus aviones más rápido, puesto que simplemente elaborarían una versión estandarizada a la que luego ya se le acoplarían y desacoplarían los módulos con los asientos, o con las literas, o con un gimnasio, o un spa…
Porque otra ventaja, añaden, es que al no tratarse de una intervención permanente sobre el equipamiento de un avión, los fabricantes de interiores podrían realizar pruebas más fácilmente con menos necesidad de inversión. Y eso además permitiría a empresas hasta ahora ajenas al sector a aventurarse en ciertos diseños. Aunque los propios creadores del proyecto reconocen, eso sí, que los cambios en la industria aeronáutica son lentos, especialmente cuando requieren pruebas de seguridad.