Durante al año han habido 19 accidentes de aviones de pasajeros de más de 14 plazas que han supuesto el fallecimiento de 325 personas. Sólo le gana 2013, con 265 muertes, aunque con 29 accidentes.
Evolución del número de accidentes mortales de avión: en azul, número total de accidentes; en rojo, la media móvil de los cinco años anteriores – ASN.
Hay que tener en cuenta, de todos modos, que los datos de ASN no incluyen aviones militares, con lo que no está incluido el accidente del Coro del Ejército Rojo. Pero aún incluyéndolo serían 417 muertes, con las que seguiría siendo el segundo año con menos muertes.
Once de los accidentes involucraron a vuelos de pasajeros, lo cual permitió que ASN establezca que, dado que anualmente se registran 35.000.000 de vuelos, la tasa sea de un accidente fatal cada 3.200.000 vuelos.
ASN comenta que entre esos accidentes registrados, dos de ellos muy probablemente sean a causa del terrorismo. Aunque las investigaciones todavía están en marcha, las autoridades egipcias informaron que encontraron rastros de explosivos entre los restos del A320 de EgyptAir que se estrelló en el mar Mediterráneo en mayo. Así también en febrero un pasajero murió al detonar una bomba en la cabina de un A320 que acababa de despegar de Mogadishu, Somalia.
El promedio de los últimos cinco años muestra una fuerte tendencia en la reducción de los accidentes que ocurren durante las fases de aproximación y aterrizaje, la cual se encuentra en el punto más bajo de los últimos 45 años. Durante los últimos 5 años, sólo uno de cada tres accidentes tuvieron lugar en esas fases.
Por otro lado, comentan desde la ASN, las fases de crucero y descenso han tenido un incremento hasta llegar al 45% de todos los accidentes de los últimos 5 años, el número más alto en 50 años.
Harro Ranter dice que el bajo número de accidentes no es una sorpresa: “Desde 1997 el número promedio de accidentes ha demostrado una fuerte y persistente declinación, en gran parte debido al trabajo realizado por organizaciones aeronáuticas internacionales como la OACI, IATA, Flight Safety Foundation y la industria de la aviación”.
Gracias a avances y modernizaciones en los aviones, mejores procedimientos de seguridad y una mayor colaboración entre países para mejorar infraestructuras y aeropuertos en naciones en desarrollo, los números de fatalidades disminuyeron enormemente. Las posibilidades de morir en un accidente aéreo son cada vez más bajas. Este año, el índice de muertes fue 1 cada 10.937.500 pasajeros.
En 1970, cuando el Banco Mundial comenzó a rastrear los movimientos en el aire de las personas, 310 millones de pasajeros viajaron en vuelos comerciales en el mundo. En el 2016, esta figura supera los 3,5 mil millones de pasajeros. Esto quiere decir que, además de que el número de personas que mueren es menor, el índice continúa disminuyendo.
En cualquier caso la tendencia –la línea roja del gráfico– es clara: desde hace años volar es cada vez más seguro.