Por tal razón, casi detuvo sus actividades justo antes de Navidad, cuando la empresa en crisis – que es 49% propiedad de de Etihad Airways – ya tenía un saldo negativo. Ellos evitaron el colapso el 22 de diciembre.
Al tratar de comprender la gravedad de la crisis, nos encontramos con una pequeña empresa italiana, pero que sigue siendo una marca muy visible a nivel mundial, a pesar de que su participación en el mercado se ve reducida. Durante años, Ryanair ha transportado a más pasajeros que Alitalia en Italia: Las cifras de 2015 muestran 29,7 millones de pasajeros, frente a los 22.9 millones en 2016. Y no pasará mucho tiempo antes de EasyJet también la supere, con 14.3 millones de pasajeros en 2015.
Este año, Alitalia predice más de 600 millones de euros en pérdidas, hasta casi alcanzar un promedio de 2 millones de euros en pérdidas por día. Este año, Alitalia debería haber sido un año de récords en términos de productividad, según el plan lanzado en agosto de 2014 en conjunto con su nuevo aliado Etihad Airways. En los dos primeros años desde que se unió a Etihad (2015 y 2016), la “nueva” compañía tenía más de 1.000 millones de euros en pérdidas acumuladas.
De acuerdo con las proyecciones realizadas por el CEO Cramer Ball, el beneficio neto de 3 millones de euros se podría haber esperado para el año 2019. Sin embargo, esta predicción se basa en un fundamento muy débil, es decir, el 1.187 millones de euros en aumento de los ingresos (en comparación con 2.806 millones de euros en 2016) y sólo 570 millones de euros en el aumento de los costos (en comparación con 2.876 millones de euros el año pasado). Estas son suposiciones muy agresivas, siendo que la compañía no supera ninguno de los objetivos de recuperación que se había fijado anteriormente.
Su punto débil son los ingresos, que se reducen de forma constante. Es difícil imaginar que el volumen de negocios se incrementará en un 42% en tres años. El riesgo es que, con las líneas aéreas de bajo coste que presionan los precios de los boletos aéreos para abajo, los ingresos se reducirán aún más. Sus números rojos hasta el 2021 podrían acumular 1,3 mil millones de euros en nuevas cargas financieras.
La empresa prevé dejar en tierra a alrededor de 20 Airbus A320 de corto y mediano alcance. De toda su flota de 122 aviones, en la actualidad hay 20 jets regionales Embraer y 78 aviones de la familia A320, así como 24 unidades de largo alcance A330 y B777.
“Dentro de tres semanas, Alitalia tendrá un plan que sea fuerte y valiente”, declaró el presidente Luca Cordero di Montezemolo, el 12 de enero. Han pasado más de seis semanas, pero el plan todavía no ha aparecido.
La compañía pronostica al menos 1.500 empleados, entre pilotos y asistentes de vuelo, que serían despedidos con los aviones en tierra. Las reducciones salariales anunciadas fueron suspendidas, y la empresa pidió a las tripulaciones de vuelo que se tomen 24 horas o menos de descanso.
Sin embargo, el golpe más duro está por venir. Con el fin de combatir las pérdidas en los vuelos de corto y medio radio, es decir, en rutas nacionales y europeas, la compañía quiere modificar su esquema de negocios a actividades de bajo costo. El proyecto aboga por la creación de una estructura de bajo coste interno; afirma Roland Berger.
Lufthansa está interesada en un acuerdo de negocios, en el que podría haber vuelos de código compartido operados por su filial europea Eurowings o Air Berlin. A Montezemolo también le gustaría tener a Lufthansa como accionista futuro en lugar de los bancos, como una manera de apoyar a Etihad (que no puede poseer más del 49% debido a las regulaciones de la Unión Europea). Los alemanes están sondeando las posibilidades, pero han sido claros: “en primer lugar, reducir sus costes y llegar al ordenamiento de las cuentas, entonces vamos a hablar”, afirmaron.
Ahora Alitalia tiene que encontrar por lo menos 1.000 millones de euros con el fin de viabilizar sus operaciones en el corto plazo.