Un incidente gravísimo con mucha suerte para los 16 pasajeros y 3 tripulantes del vuelo ZL-768.
La suerte fue doble, primero porque perdieron la hélice por completo, lo que naturalmente genera muchísima resistencia aerodinámica, y segundo porque se pudo continuar con el vuelo con relativa seguridad.
La hélice pudo haber causado daño a las superficies de control del avión, lo que podía haberse convertido en una tragedia. Esto ocurrió a un Embraer 120 de Delta Connection a poco de despegar de Atlanta hace ya un par de años, terminando en un accidente con muertes que lamentar en un campo al sur del estado de Georgia.
El comandante declaró emergencia y aterrizó a salvo en destino 25 minutos después.
La CAA de Australia caratuló el hecho como un incidente grave, y pidió a pobladores de las zonas donde pudo haberse perdido la hélice, que si ven un objeto metálico extraño, lo comuniquen a la autoridad aeronáutica, de modo a colaborar con la investigación del hecho.
Las fotos del avión de fabricación sueca en AvHerald hablan por si solas: