Por Gustavo Galeano
El nuevo turbohélice desarrollado para misiones múltiples civiles y militares en asociación entre Ucrania y Arabia Saudí, voló por primera vez durante 1 hora y 45 minutos e hizo una serie de testeos a alta velocidad en pista. Los clientes de este avión lo destinarán a rutas de corto y medio alcance, y además de operaciones regulares podrá también ser empleado para asistencia humanitaria, evacuaciones de emergencia, entre otras tareas.
Antonov lanzó el AN-132D en abril de 2015 con un pedido de seis unidades para la Fuerza Aérea Saudí, y lo presentó con un roll out el 20 de diciembre de 2016.
Además de los dos países involucrados, en la creación del proyecto participaron Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, con aviónica y piezas.
Según el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, la demanda de estos aviones hasta el año 2035 ascenderá a alrededor de 290 unidades.
La siguiente generación del AN-132D se diferencia de su predecesor por nuevas prestaciones técnicas, económicas y capacidades de vuelo. El volumen de carga que puede transportar se incrementó en un 23%, la distancia potencial a recorrer es 1,72 veces mayor con 6 toneladas de carga, llegando a los 1.300 kilómetros a velocidades de hasta 550 km/h y a 28.000 mil pies de altura crucero, así como mejoras en cuanto a eficiencia de combustible.
Su producción en serie se hará en una nueva planta de montaje en Arabia Saudí, y el programa será propiedad intelectual de este mismo país.
El AN-132D se presenta como competidor de aeronaves como el Airbus C295 y el Leonardo C-27J.