En el marco de la Asamblea General Anual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés), celebrada la semana pasada en Cancún, México, Robin Hayes, director general de la compañía, habló sobre la posibilidad de aprovechar una “brecha” en el competitivo y lucrativo mercado transatlántico.
Y JetBlue cuenta con los medios para hacerlo: en 2016 compró 30 nuevos aviones Airbus A321 de los cuales, la mitad son viables para convertirse en aeronaves de medio/largo alcance con la versión A321LR.
Sin embargo, el ejecutivo señaló que si JetBlue se aventura en Europa, no buscaría competir en precio con operadores como Norwegian Air y WOW, sino que se enfocaría en los clientes premium.
Para ello, buscaría equipar sus aviones de largo radio con su premiado servicio de cabina, Mint, que incluye amenidades como menús gourmet y asientos totalmente reclinables.
La brecha a que hizo referencia Hayes tiene que ver con las tres principales aerolíneas estadounidenses, American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines, quienes controlan el 87% de los vuelos a Europa.
No obstante, JetBlue cree que hay suficiente demanda para atraer a los usuarios extranjeros con su servicio Mint.
La compañía manifestó tiempo atrás su intención por llegar a los principales mercados sudamericanos, como Sao Paulo y Buenos Aires, probablemente desde su base en Fort Lauderdale/Hollywood.