Pero en su país de origen, rompiendo con todas las convenciones culturales, lo que de hecho la ha llevado a ser la primera mujer piloto de Afganistán.
Ahora mismo está dando la vuelta al mundo en un avión de pequeño Beechcraft Bonanza porte dentro del proyecto Dreams Soar, precisamente con la idea de fomentar la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) para mujeres y niñas.
Como ella misma dice,
Mucha gente todavía cree que la ciencia, la tecnología o la ingeniería son cosas de hombres, y es difícil hacer recapacitar a alguien que ha sido educado toda la vida para pensar de esa manera, pero hay que intentarlo.
¡Buenos vuelos, comandante!
*Fotos: Dreams Soar