Por Gustavo Galeano
Qatar Airways, cliente lanzamiento del Airbus A350, ordenó más de 80 unidades del avión en cuestión, entre sus variantes 900 y 1000, más que cualquier otra línea aérea. Sin embargo, se supo que la aerolínea con base en Doha no recibirá todos los A350 encomendados. Y es que trascendió mediante Bloomberg, que Qatar Airways canceló 4 de ellos que estaban en etapa final de manufactura debido a un retraso del fabricante.
“Los problemas de entregas son responsabilidad del fabricante”, dijo Akbar Al Baker, CEO y director de Qatar Airways. “El contrato con la aerolínea incluye una cláusula que le permite modificar o cancelar órdenes”, dijo Airbus, y añadió que “los aviones serán reasignados a otros clientes”.
Qatar Airways está en su derecho a rescindir o alterar el contrato con el consorcio europeo al considerar que las demoras de Airbus afectan su plan de negocios al tener que posponer la apertura de nuevas rutas previstas.
“Tengo que hacer saber a Airbus que no estamos volando a ocho nuevos destinos por retrasos en la entrega de aviones, y espero que este inconveniente sea resuelto pronto”, sentenció Al Baker.
Como “represalia”, por decirlo de alguna manera, además de cancelar las cuatro unidades, la aerolínea de medio oriente encargó dos unidades 747-8F a Boeing para su unidad de negocios de transporte de cargas.
Otras versiones indican que la coyuntura de mercado reinante en aquella región del mundo estarían jugando una mala pasada a Qatar Airways, convulsionando la demanda y elevando los costos operativos al tener que desviar cientos de vuelos para evitar sobrevolar los países que rompieron relaciones diplomáticas con Catar, lo cual es absolutamente creíble, y que encontró en este tropezón de Airbus la excusa perfecta para postergar o cancelar la llegada de nuevos aviones.