Por Luis Babicek
Y el pasado viernes le tocó a Air India, que tiene, debe decirse, una historia complicada con temas de papeleos y mantenimiento de registros. Y es que el Boeing 777-300ER matriculado como VT-ALK, fue inhabilitado a volar desde el aeropuerto O’Hare de Chicago rumbo a Delhi.
Los inspectores de la FAA encontraron que en 44 asientos y 12 transportines faltaban o estaban estropeados los membretes de identificacion de los cinturones de seguridad y arneses. Fue esto suficiente para que no se le permitiese salir al avión hasta que Air India solucionase el problema.
Los indios, rápidos en estas tareas, recurrieron al avión VT-ALJ, que se encontraba entre vuelos en el aeropuerto JFK de Nueva York y quitaron iguales partes de ese avión, que fueron llevadas hasta Chicago, cambiadas, y el avión pudo salir recién con 8 horas de retraso con sus 342 plazas completas.
Air India protestó por considerar esta medida arbitraria, aunque se comprometió a chequear su flota, para lo cual ya fueron pedidas más partes como las que la FAA encontró defectuosas.
A primera vista esto parece bastante duro, pero es, según los que trabajan con la FAA, un ítem favorito de esta agencia cuando inspecciona aviones en aeropuertos; salta a primera vista que no es lo que debe ser. En la aviación comercial hay un problema importante con piezas falsificadas. Sin la identificación correspondiente, la FAA asume que puede ser falsificada y no permite el inicio del vuelo.