Pilotos despegarán hacia la costa oeste de aquel país para ver de cerca el fenómeno, lo que provocará una congestión de aeronaves en tierra y en aire.
Muchos pilotos, por ejemplo en Oshkosh, quieren acampar junto con sus aviones, en áreas “cerveceras”, que están siendo alquiladas disponibles, por lo que ya casi no hay lugares.
El aeropuerto de Salem, en Oregón, está recibiendo solicitudes de California, Idaho, Washington, pero es el en primero en donde la visibilidad del fenómeno será total. Un aeroclub de la región de San Francisco movilizará más de la mitad de sus 50 aviones para asistir al eclipse en Oregon o Idaho.
Vuelos especiales
Según informaciones, el entusiasmo en torno al raro acontecimiento contagió la aviación comercial y, por supuesto, a la propia NASA: Southwest programó dos vuelos que van a cruzar la trayectoria del eclipse y promete visores especiales y “cócteles cósmicos” para los pasajeros. Alaska Airlines planea un vuelo sólo para invitados que sobrevolará la costa de Oregon, para una primera mirada cuando el eclipse se acerque a Estados Unidos. Este vuelo no podrán ser comprado, pero habrán lugares a bordo que serán sorteados.
La NASA hará observaciones científicas del evento con dos jets WB-57F modificados que van a cazar el eclipse a lo largo del país. Dos telescopios montados en la nariz de cada jet captarán las imágenes más nítidas de la atmósfera exterior del sol, la corona y las primeras imágenes térmicas de Mercurio. La NASA también está coordinando el lanzamiento de 57 globos de gran altitud por alumnos en todo el país. Los globos subirán hasta los 100 mil pies y enviarán imágenes en directo a la internet.
*Foto: Joakim Poromaa