Aterrizar y despegar allí resulta en todo un reto para tripulaciones y en una mezcla entre temor y adrenalina para pasajeros.
A pesar de su condición sin precedentes y reputación de peligrosidad, no han habido accidentes en él. Los riesgos se deben a la posición física del aeropuerto, rodeado por un lado de altos cerros, en el otro lado de la pista y en ambos extremos, de acantilados que dan al mar, por lo que, en caso de despistes, los aviones podrían terminar en el mar o en las zonas rocosas.
La aerolínea regional Winair, originaria de la isla de St. Maarten, hace vuelos regulares allí con aviones turbohélice Twin Otter DHC-6 300.
Te dejamos este espectacular vídeo para que magnifiques lo que significa llegar o salir desde la isla de Saba.