Según voceros de ANA (All Nippon Airways), el desprendimiento se debió a una fuga de gas que infla estos toboganes. Dijeron además que se trata del segundo incidente similar en la misma aeronave.
El metal desprendido cayó en una fabrica aledañas al aeropuerto, no reportando algún herido hasta el momento. El avión aterrizó con seguridad en el aeropuerto de Narita.
Cabe desatacar que la semana pasada, otra pieza se habría desprendido de un Boeing 777-200 de KLM mientras despegaba del Aeropuerto Internacional de Osaka rumbo a Amsterdam.