El piloto, cuya identidad no fue relevada, estaba al mando del último vuelo con A330 procedente de Miami el pasado 16 de octubre. El comandante quiso inmortalizar ese momento abortando un aterrizaje con posterior giro a baja altura sobre el aeropuerto.
La maniobra había sido coordinada con los sistemas de tránsito aéreo, pero a la aerolínea no le agradó tal cosa, por lo que la autoridad aeronáutica alemana informó que se investigará el hecho.
“En la aviación la seguridad es la prioridad. Estamos tomando muy en serio este incidente.” declaró la aerolínea.
Algunos medios de prensa europeos dijeron que los pasajeros a bordo y en la terminal aérea se sintieron aterrorizados.