La producción de las seis nuevas aeronaves deberá comenzar en breve en Jacksonville, Florida. Con ellas, el programa totaliza 26 aviones hasta el momento.
“Creemos que esta decisión demuestra que el A-29 Super Tucano es la mejor aeronave para operaciones de apoyo aéreo táctico, como también la solución comprobada más confiable y económica para escenarios de contrainsurgencia y de guerras no convencionales”, afirmó Jackson Schneider, presidente y CEO de Embraer Defensa y Seguridad. “Estamos honrados en seguir apoyando al gobierno de los Estados Unidos en esa misión crítica”.
Hasta el momento, el A-29 Super Tucano ya ha sido seleccionado por 13 fuerzas aéreas en todo el mundo con un excelente historial de rendimiento: más de 320 mil horas de vuelo y más de 40 mil horas de combate. Con más de 150 configuraciones de armamento certificadas, el avión está equipado con tecnologías avanzadas en sistemas electrónicos, electro-ópticos, infrarrojos y láser, así como sistemas de radios seguros con enlace de datos y una incomparable capacidad de armamento. El A-29 es la única aeronave de su segmento con la certificación militar de la USAF, resultando en ahorro de costo y de tiempo, así como una transición fácil a las operaciones del programa.
“Estamos orgullosos de continuar apoyando el programa A-29 de la Fuerza Aérea en Afganistán, ya que eso no sólo atestigua la capacidad de la aeronave A-29, sino también su facilidad de operación y costo-beneficio”, dice Taco Gilbert, presidente senior del área de ISR de Sierra Nevada. “No hay otra aeronave como el A-29 capaces de realizar entrenamiento en vuelo, ataque ligero y formación de nuevos pilotos de combate. El gran interés en torno a la aeronave demuestra su valor para las fuerzas aéreas de todo el mundo”.
El A-29 está en operación en Afganistán desde principios de 2016. Su capacidad para volar sobre terrenos accidentados, climas extremos y ubicaciones austeras con poco apoyo y mantenimiento, ha resultado en rendimientos exitosos en al menos cuatro bases en ese país. SNC, en conjunto con Embraer, desarrolló y entregó la capacidad de ataque ligera desde el inicio del programa hasta la capacidad de combate en apenas tres años, incluyendo todos los equipos de soporte y sistemas y entrenamiento.