Por Gustavo Galeano
La gigante nórdica, prevé invertir hasta 4.300 millones de dólares en el país del tango en un plazo de 5 a 8 años. En 2018, cuando comience vuelos, tendrá 6 aviones Boeing 737-800 basados en Buenos Aires (Aeroparque y Ezeiza) y Córdoba. A los 12 meses habrán 11 equipos idénticos, además de 4 de largo radio, que podrían ser 787 Dreamliner, ya que la compañía los usa entre Europa y Estados Unidos, aunque esto no fue especificado.
En el mediano plazo (30 meses), Norwegian busca disponer de 30 aeronaves de corto y medio radio y 8 de largo alcance, mientras que estima transportar unos 4.4 millones de pasajeros al año para entonces. Las expectativas para entre 2023 y 2026 es tener 50 aviones 737 y 20 widebodies movilizando 17.2 millones de pasajeros anuales.
Recordemos que Norwegian es también usuaria de los nuevos 737 MAX 8, con los que vuela entre ciudades escandinavas secundarias y la costa este de Estados Unidos y Canadá.

Desde Buenos Aires, Norwegian llegará, en diferentes etapas y según las condiciones de mercado lo permitan, a 34 destinos domésticos, como Córdoba, Jujuy, Salta, Tucumán, Mendoza, Santa Fe, Corrientes, Resistencia, Mar del Plata, Neuquén, Bariloche, El Calafate, Ushuaia, entre otras. Desde Córdoba podrán ser hasta 14 rutas, entre ellas, Comodoro Rivadavia, Iguazú, Neuquén, Mendoza, etcétera.
En el segmento internacional, hay 80 rutas habilitadas, 63 podrán partir desde Buenos Aires, 13 desde Córdoba, 3 desde Mendoza y una desde Rosario. Norwegian podrá conectar la capital argentina con Asunción (Paraguay), Montevideo y Punta del Este (Uruguay), Santiago (Chile), Porto Alegre, Curitiba, Florianópolis, Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Recife, Natal, Fortaleza, Maceió y Porto Seguro (Brasil), así como ciudades de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, caribe, Estados Unidos (incluyendo el estado de Hawaii) y Canadá. Hay además ciudades europeas aprobadas, pero no las incluimos acá.

Cabe recalcar que el hecho de gestionar estos permisos en cantidades industriales tienen que ver con los requerimientos hasta desfasados, si se quiere, de las autoridades argentinas, en donde las compañías deben postularse a permisos para cubrir determinadas rutas a través de audiencias públicas, no significando esto que una vez autorizadas todas ellas sean explotadas, pero existe apertura para ello cuando la línea aérea lo quiera o lo pueda hacer.

En el caso puntual de Paraguay, podrán haber hasta 7 frecuencias semanales entre Buenos Aires y Asunción con aviones Boeing 737. De darse el arribo de Norwegian a Paraguay y luego del anuncio de Flybondi, que confirmó a ASU como destino en 2018, habrá sin lugar a dudas una guerra de tarifas entre ambas, que funcionarán bajo el modelo de bajo coste. Las tradicionales operadoras de la ruta, como Aerolíneas Argentinas y Latam Airlines, y más recientemente Amaszonas Paraguay, tendrán que muy probablemente readecuar sus productos de manera a hacer frente a estas dos nuevas amenazas. Lógicamente, tanto Norwegian como Flybondi buscarán captar segmentos desatendidos, los que normalmente viajan en bus, por lo que la estrategia no sería “quitar pasajeros” a otras aerolíneas, sino más bien introducir a estas personas al medio de transporte aéreo.