Ante las nuevas perspectivas, un equipo de la FAA de los Estados Unidos, presentó una serie de directrices para la producción en AM, con propuestas para los próximos siete u ocho años desde el punto de vista de regulación de la actividad, incluyendo políticas de certificación, producción y mantenimiento de los productos “desde el polvo o el alambre”.
La propuesta también incluye la necesidad de programas de investigación y desarrollo, así como de formación y entrenamiento de la fuerza de trabajo.
La agencia actuó de la misma forma cuando ante el inminente comienzo de los materiales compuestos en la producción de aeronaves años atrás. El caso presente es mucho más complejo porque las empresas involucradas usan un amplio abanico de materiales y procesos de fabricación en ampliación continua.
Para empezar, una clasificación podría ser hecha por el origen de la materia prima (polvo contra alambre), y por la fuente de energía empleada para fundir el material (láser contra el haz de electrones o arco de plasma).
La FAA compartió sus estudios iniciales con la NASA, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el Ejército Norteamericano y el grupo de trabajo de AM de la Asociación de Industrias Aeroespaciales.
*Con información de Aeromagazine