Por Gustavo Galeano
“Estamos haciendo el análisis de todos los hechos, las pretensiones que vamos a hacer y vamos a estar realizando las acciones legales correspondientes. Sería una acción reclamando una indemnización en contra de la empresa en función de los daños que sufrió mi cliente en todos estos años”, dijo la abogada Verónica Recalde.
La declaración incluyó un punto importante, y es que Letizia no renunció, sino que tiene una jubilación por incapacidad permanente. Asimismo, se dijo que la acción busca generar un marco legal para proteger a tripulaciones de líneas aéreas ante este tipo de situaciones.

Letizia Ruiz dijo que desde hace años venía denunciando su caso y que llegó a bajar en silla de rueda del avión porque sus piernas no respondían, todo esto producto de los maltratos físicos y verbales, acosos, bullying laboral, etcétera, que sufría, a pesar de no haber aclarado puntualmente en que consistían las situaciones a las que hace alusión, de quienes provenían, en que escenario se producían, cual era el feedback que recibía de parte de los responsables de la línea aérea para quien prestaba servicios al momento de denunciar los hechos, entre otros, o al menos no lo hizo público. Las declaraciones de la comandante recurrían al factor emocional, pero no especificaban cuestiones concretas.
Al momento de estallar este escándalo mediático, Leticia había dicho que decidió dejar la aviación por una serie de factores que “la enfermaron”. Luego trascendió que no se trató de una decisión propia, sino de una jubilación anticipada impuesta por parte del Instituto de Previsión Social (IPS) ante su diagnóstico de síndrome de burnout, un tipo de estrés laboral no relacionado a las funciones que uno realice, sino a las situaciones que rodean ese ambiente.
Al respecto, en su momento Latam Airlines Paraguay emitió el siguiente comunicado:
“Para Latam Airlines, la diversidad es un valor fundamental y no acepta cualquier práctica discriminatoria que sea contraria a estos principios.
La compañía toma en serio cualquier denuncia sobre discriminación y existen controles internos establecidos para investigar y resolver dichos casos en forma imparcial y de acuerdo con las leyes vigentes.
Los asuntos laborales con la comandante Letizia Ruíz serán tratados con la discreción y privacidad que el caso requiere”.
Letizia Ruiz ingresó a LAPSA en el año 1995 como tripulante de cabina, cuando la empresa pertenecía al consorcio ecuatoriano Cielos de América al adquirir ésta LAP. Pasó luego a formar parte del staff de TAM cuando LAPSA fue comprada por la primera en 1996. En 1998, tras sobrevivir las diferentes administraciones de la compañía, se convirtió en la primera piloto comercial en su género, comandando aviones Cessna Caravan en vuelos domésticos, posteriormente aeronaves Fokker 100 en vuelos internacionales y luego Airbus A320 en la actual Latam Airlines Paraguay.
La profesional ya no reside en Paraguay, sino en Chiclayo, Perú.
Estaremos atentos al desenlace de este caso.