Por Gustavo Galeano
El regulador aéreo del viejo continente dice que para reducir el riesgo de que los motores se apaguen en vuelo, se debe aplicar un nuevo límite al ciclo de vida a algunos de ellos con números de serie específicos.
En casos de aeronaves con ambos motores afectados, los operadores deben reemplazar uno de ellos. La potencial falla afecta a aviones Boeing 787 Dreamliner, principalmente.
El fabricante británico Rolls-Royce dijo en agosto pasado que alrededor de 400 a 500 motores Trent 1000 se vieron afectados por desgaste de componentes antes de lo previsto. “Esta directiva requiere acciones puntuales llevadas a cabo dentro del programa de mejora continua de nuestros productos”, afirmó un portavoz de la firma inglesa.
Líneas aéreas como Air New Zealand, British Airways y Virgin Atlantic, han reportado inconvenientes con los motores Rolls-Royce Trent, situación que provocó inspecciones y mantenimientos adicionales con las correspondientes cancelaciones de vuelos que ello implica.