La aeronave Boeing 727-200 se estrelló en el Monte Illimani, a pocos cientos de kilómetros de La Paz, durante su aproximación al aeropuerto El Alto de la capital boliviana, dos horas después de haber despegado desde el entonces aeropuerto Presidente Stronessner, hoy Silvio Pettirossi, que sirve al Gran Asunción.
Las nuevas generaciones no recordarán esta tragedia en la que murieron 29 personas, 19 de las cuales volaban como pasajeros. Sin embargo, la sociedad paraguaya tiene marcado el acontecimiento en el que viajó toda la familia Matalón: Enrique, su esposa Letizia y sus tres hijos. Esto había generado un fuerte litigio en la familia por la sucesión de los bienes que finalmente se resolvió a mediados de los años 90’s.
El diario New York Times recogió también la información, primero por la presencia de estadounidenses en la aeronave, y, segundo, por tratarse de una aerolínea norteamericana. La crónica recuerda que también falleció Marian Davis, esposa del entonces embajador de los Estados Unidos en Paraguay, Arthur Davis. La mujer iba a visitar a sus parientes. También pereció William Kelley, director en ese entonces del Cuerpo de Paz en nuestro país. El marino de Estados Unidos Jonathan Watson, que iba viajaba al país del norte para casarse, un grupo de 8 coreanos de la entonces ciudad de Puerto Presidente Stroessner (hoy Ciudad del Este), un rugbier del Curda, una alumna del Colegio Teresiano, entre otros.
Otras historias que salieron a la luz mencionaban que un grupo de viajeros llegó tarde al aeropuerto justo cuando cerraban puertas y no se les permitió abordar, lo que los salvó de la muerte. Un mecánico paraguayo de Eastern iba a viajar en el vuelo, pero a último momento decidió postergarlo. La familia Matalón, según comentan, al parecer no quería volar con Eastern ni con LAP, quería hacerlo con Varig, pero estaban en lista de espera para esa fecha.
El viaje de los Matalón era un regalo de reyes para sus hijos recorriendo varias ciudades de Estados Unidos. La misma familia Matalón había extraviado los billetes por un buen tiempo y estaban por postergar el viaje cuando lo hallaron en el fondo de un placard. En los años 80’s era necesario el pasaje impreso, a diferencia de la actualidad en donde uno puede embarcar con solo una documentación válida que lo acredite como pasajero.
En el trágico vuelo se decía que habían cargas comprometedoras, lo cual nunca fue comprobado.
La agencia UPI recordó que el capitán Larry Campbell realizaba su primer vuelo en América Latina y este iba a ser su segundo aterrizaje en La Paz, en donde el aeropuerto El Alto, era en ese entonces –lo sigue siendo– uno de los más complicados para los pilotos por hallarse muy cerca de la Cordillera de los Andes, a 3.922 metros sobre el nivel del mar. Nadie sabe con certeza qué pasó en los minutos finales de aquel vuelo. El último contacto se tuvo a las 19:37 de ese martes 1 de enero de 1985.
Las crónicas de ese tiempo recuerdan lo difícil que fue acceder a la zona donde se estrelló el avión. Solo se pudo confirmar que así fue después de un sobrevuelo en helicóptero y de que indios aimara hayan escalado la montaña y visto algunos restos del avión desde lejos, ya que el sitio era inaccesible. La nieve cubrió por completo cualquier rastro de la aeronave, la cual ya jamás fue encontrada, salvo algunos fragmentos en 2006 por parte del equipo de Futrell. Sin embargo, ninguno de los cuerpos pudo recuperarse.
Como dato anecdótico y como una increíble casualidad, ese mismo 1 de enero de 1985 partió dos horas antes el vuelo inaugural de LAP sin escalas a Miami con más de 200 pasajeros a bordo de un McDonnell Douglas DC-8. Como se trataba de un hecho trascendental para la conectividad del país, la prensa de la época se apostó en la terraza del aeropuerto y en las fotos y filmaciones se ve de fondo al malogrado avión de Eastern que unas horas después desaparecía para siempre.
Según recuerda Roberto Poletti, funcionario de Eastern en Paraguay, el flamante Boeing 727-200 de solo dos años de antigüedad estaba dotado de lo último en tecnología, incluyendo sistemas anticolisión. La tripulación estadounidense había arribado al país dos días antes, y se hospedó en el conocido hotel Itá Enramada de la época.
En esos años, los vuelos Miami – Asunción eran realizados los miércoles, viernes y domingos, y en sentido contrario, la ruta Asunción – Miami, los martes, jueves y sábados. Las frecuencias incluían paradas en La Paz, Bolivia y Lima, Perú.
American Airlines compró las rutas de la quebrada Eastern en 1990 y comenzó a volar a los destinos antes servidos por la primera, incluyendo a Asunción, Paraguay.