El vuelo se demoró más de una hora con pasajeros a bordo sin explicación alguna de la tripulación ya en el aeropuerto de Stansted de la capital británica, según reportes, y al llegar a destino, el desembarque nuevamente se retrasó durante 30 minutos, lo que ocasionó la ira del pasajero polaco de 57 años, quien abrió una de las puertas de emergencia de la aeronave con matrícula EI-FTF.
El hombre en cuestión, permaneció sentado en el ala del avión hasta que la tripulación lo convenció de regresar a bordo. Luego de ser interrogado, quedó a disposición de la Guardia Civil de España, pues la línea aérea lo denunció por interferir con sus procedimientos en tierra.