Por Gustavo Galeano
Javier, oriundo de Fernando De La Mora, departamento Central, siempre tuvo los ojos puestos en el cielo, no se le escapaba ningún avión y soñaba desde chico con ser piloto aviador, pero su ambición se vio truncada por el alto costo de la carrera de pilotaje. Fue entonces que, lejos de dejarse vencer por sus limitaciones, hace casi dos años consiguió trabajo como guardia de seguridad de uno de los hangares del aeropuerto Silvio Pettirossi, buscando así poder solventar sus estudios.
Para lograr ser un piloto profesional, Javier necesita completar 40 horas de vuelo y terminar cursos teóricos y prácticos, ambos valuados en aproximadamente 40 millones de guaraníes. Su anhelo, hasta hace poco era recaudar ese dinero con su trabajo, para después servir en pequeñas aerolíneas hasta llegar a las grandes líneas aéreas árabes.
En uno de sus constantes viajes a la capital del país, el Comandante Alejandro Bello, propietario de Sky Guaraní Escuela de Vuelo, con sede en Hernandarias, Alto Paraná, conoció a Javier, y conversando con él, quedó impresionado con su historia de vida, por lo que decidió darle el empujón que necesitaba para cumplir su sueño.
“Vi mi propia historia reflejada en Javier, el mismo sueño de ser piloto y encontrarse con distintos tipos de dificultades a lo largo de ese camino. Eso fue lo que me llevó a tomar la decisión de otorgarle una beca completa para el curso de piloto privado de avión’’, mencionó Alejandro a Aeronáutica Paraguay.
Al escuchar las palabras de Alejandro, el futuro comandante, aún con incredulidad, no pudo contener la emoción y hasta las lágrimas, ya que con el salario que percibe le hubiera sido imposible llevar adelante la carrera, por lo que, lógicamente aceptó el ofrecimiento sin más preámbulos ni condicionamientos.
Javier, que ya había culminado su curso teórico y en marzo de 2016 hizo por primera vez un vuelo de prueba en la Escuela Aeromecánica, podrá en unas semanas más iniciar su curso en Sky Guaraní, de manera totalmente gratuita, en un Cessna 150 y un Piper PA 28, aeronaves con las que opera dicho centro de instrucción.
Para ello fijará residencia en Ciudad del Este y colaborará además en la casa de estudios que le dará la oportunidad de desarrollarse en la profesión que eligió. La beca otorgada a Javier tiene un costo de 10.000 dólares estadounidenses, donde el único requisito es ser uno de los alumnos sobresalientes dentro de su promoción.
“Lo importante en esto es resistir y demostrar en todo momento humildad y respeto hacia los demás. Yo voy a los hangares siempre, hasta los domingos, aunque no haya actividad, así me ven los pilotos, mecánicos y toda la gente ligada. Empujo aviones o hasta les sirvo tereré. Cuando notan que tenés ganas te ayudan y así te ganás a las personas. No tengo palabras para agradecer al Comandante Alejandro y a su esposa Rosario, quienes me dieron esta impagable oportunidad que no voy a desaprovechar”, recordó el estudiante.
¡Felicitaciones, Javier! Cielos despejados y azules para vos.