Por Gustavo Galeano
La ultra moderna aeronave bautizada como “José María Morelos y Pavón”, valuada en alrededor de 220 millones de dólares al considerar las modificaciones y equipamientos adicionales que corresponden a un avión para usufructo de un gobierno, fue encomendada en 2012 por la administración de Felipe Calderón directamente al fabricante estadounidense a través de un proceso público de renovación de activos del estado mexicano, cuya flota asciende a 14 aviones y helicópteros e introducida a servicio en 2016. Se trata nada más y nada menos que de uno de los aviones presidenciales más costosos y opulentos del mundo.
El bimotor Boeing 787-8 Dreamliner ejecutivo de México, que está configurado con solo 80 asientos de los aproximadamente 250 o hasta 300 que llevaría en uso comercial, reemplaza al anterior Boeing 757-200 presidencial, puede volar cerca de 20 horas o 14.500 kilómetros sin necesidad de reabastecimiento de combustible, por lo que con su autonomía es capaz de llegar a casi cualquier lugar del mundo sin escalas.
El presidente Peña Nieto tiene previsto llegar a la capital paraguaya el miércoles 17 de enero por la tarde o noche procedente del aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México, aunque no hay aún un horario exacto, y permanecerá en el país hasta el día siguiente. Será recibido en el espigón presidencial del aeropuerto Silvio Pettirossi por su colega local.
Será la segunda vez que un 787 pise suelo paraguayo. En diciembre de 2015, un Dreamliner de Latam Airlines en ruta entre Santiago y Madrid, alternó en la terminal aérea de Luque por emergencia médica de un pasajero.
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