Los comisionados de Alitalia designados por el gobierno se reunieron la semana pasada en París con ejecutivos de Air France-KLM para discutir el interés real del grupo, posiblemente a través de una oferta conjunta con la low cost británica EasyJet.
La llegada a escena de Air France-KLM marca un nuevo giro en la saga de mucho tiempo que rodea la suerte de Alitalia, convirtiendo el control de los cielos italianos en un campo de batalla clave para el sector europeo de las líneas aéreas.
Alitalia ayó en bancarrota el año pasado, después de que sus colaboradores rechazaran un acuerdo salarial y de prestaciones que presentó la empresa, en la que Etihad Airways, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, tenía una gran inversión. Ahora bajo el control del gobierno italiano, la aerolínea intenta atraer compradores potenciales, pero sufre para encontrar una opción atractiva. Una oferta conjunta de AF-KL con EasyJet se uniría a Lufthansa, la aerolínea alemana, y Cerberus Capital Management, el grupo de capital privado, como los candidatos con mayor potencial para comprar Alitalia.
Este mes, Air France-KLM negó que ya hubiera presentado una oferta por Alitalia, pero no descartó el interés de hacerlo en el corto plazo. Ejecutivos familiarizados con la situación dicen que el holding galo-holandés podría sentirse atrapado entre Lufthansa e IAG, que es propietaria de British Airways, y que la presencia en Italia a través de Vueling, una aerolínea española de bajo costo, así que tal vez no quiera dejar de participar en la licitación italiana. Sin embargo, AF ya quedó con quemaduras en un intento anterior para comprar Alitalia en 2008, que se vino abajo por la oposición política, ya que el gobierno de centroderecha encabezado por Silvio Berlusconi en esa época presionó en su lugar por un rescate totalmente italiano de la línea aérea.
“No creo que la experiencia pasada ni de KLM o Air France en su relación con Alitalia nos aliente a repetir la experiencia de una presencia directa en Italia”, dijo el año pasado Jean-Marc Janaillac, director ejecutivo de Air France-KLM. Sin embargo, dejó un margen de maniobra cuando dijo que su empresa “esperará a ver lo que suceda” con los comisionados, y “ajustaremos nuestra posición en consecuencia”. Alitalia -y el gobierno italiano- esperaba cerrar la venta a finales del año pasado, pero no se consideró que las ofertas que llegaron a finales de 2017 fueran lo suficientemente sólidas como para merecer algún tipo de negociación exclusiva, mucho menos para un acuerdo formal.