El CEO de SCAC, Alexander Rubtsov, dijo a FlightGlobal en el Singapore Air Show, que la decisión se tomó hace pocos días tras un compromiso de 100 aviones de una aerolínea rusa no divulgada, aunque todo hace suponer que se trata de Aeroflot, quien ya opera la generación actual del SS100.
El programa requerirá una inversión de cientos de millones de dólares. Rubtsov agregó que SCAC está ahora evaluando alternativas en torno a la estructura de los alerones (aluminio y materiales compuestos) y los motores.
“El motor PowerJet SaM146 de 18,000 libras de empuje (80kN) del Superjet actual es un poco grande”, dice Rubtsov. “Podríamos achicarlo a usar otros motores, rusos o no, para optimizar el avión”.
La planta motriz potencialmente elegible podría ser una adaptación del Aviadvigatel PD-7 del Irkut MC-21 o el Pratt & Whitney PW1200G de 17,000 libras que impulsa el MRJ de Mitsubishi.
“Estamos hablando con los proveedores de motores y tomaremos una decisión este año”, aportó Rubtsov.
El nuevo avión usará el fuselaje ajustado, pasando de 95 a 75 asientos, y estará unido a alas más pequeñas y mejoradas. Como parte de los esfuerzos para reducir el peso, SCAC está examinando la adopción de compuestos en lugar de aluminio convencional.
Debido al gran interés en un Superjet más pequeño, SCAC dejó de lado los planes de una variante más grande de la aeronave, que lo llevaría al segmento del Bombardier CSeries.
*Con información de FlightGlobal