A pocos días del tradicional carnaval carioca, un incendio que duró casi ocho horas destruyó el aeropuerto Santos Dumont de Río de Janeiro, uno de los más importantes de Brasil. Y aunque las llamas terminaron casi con el edificio central de la estación aérea, por la que circulan alrededor de 9.000 personas por día, no hubo víctimas.
El fuego comenzó cerca de las 2 de la madrugada, hora local, en el segundo piso del edificio, y se extendió rápidamente por todas las instalaciones. En ese momento sólo había 30 empleados en el edificio, los cuales fueron evacuados rápidamente.
No quedó nada del edificio terminal, pero hangares, aviones, torre de control y tanques de combustible se salvaron del fuego, informaba en aquel tráfico día, el Coronel Jorge López, vocero de los bomberos voluntarios de la terminal aérea.
Las llamas alcanzaban los quince metros de altura cuando llegaron al lugar 100 bomberos en doce coches. Su trabajo no fue fácil. Debido a la antigüedad del edificio -fue construido en 1936-, no contaba con fuentes de agua, así que tuvieron que ir a buscarla hasta el mar de la bahía de Guanabara.
Según ellos, el fuego comenzó a raíz de un cortocircuito en un cajero automático. Otras versiones dicen que se debió a un cortocircuito en las oficinas de la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), que administra las terminales aéreas del país.
El aeropuerto, que ocupa ocho kilómetros cuadrados, está ubicado en el centro de Río de Janeiro, entre una avenida del Aterro de Flamengo y las playas de la bahía de Guanabara. Es uno de los más transitados de Brasil, ya que alrededor de 9.000 pasajeros pasaban por allí diariamente.
En el Santos Dumont operaban las diez principales compañías aéreas del país. Todos los vuelos comerciales fueron derivados al moderno aeropuerto internacional Galeao, en la isla del Gobernador, a diez kilómetros de la zona céntrica de Río.
Además de causar grandes trastornos en la ciudad, el traspaso de los vuelos provocó demoras y protestas entre los pasajeros, que se multiplicaron en los últimos días a raíz de la proximidad del comienzo del carnaval carioca.
La ubicación del Santos Dumont, en plano corazón de la ciudad, es muy criticada por el Sindicato de Aeronautas, que consideran el alto riesgo que representa para la población carioca.
El fuego, que provocó la destrucción de los cuatro pisos del edificio principal del aeropuerto, causó pérdidas millonarias. Se incendiaron las oficinas del Centro de Equipos de la Aeronáutica, la Directoría Electrónica y de Protección al Vuelo y la Directoría de Equipos Aeronáuticos.
Allí también funcionaba el Departamento de Aviación Civil (DAC), organismo del Ministerio de Aeronáutica que responde por todas las operaciones aéreas, además de ser responsable por las investigaciones sobre los accidentes aéreos.
*Con información de Clarín