El país escandinavo prepara un proyecto mediante el cual las líneas aéreas nacionales, así como el estado, podrían adquirir de manera progresiva aeronaves eléctricas de entre 12 y 50 pasajeros, para ayudar a reducir las emisiones a la atmósfera y como consecuencia frenar el cambio climático, de la misma manera en la que trabaja con los vehículos de pasajeros desde hace más de una década.
La firma Avinor dice que, con el compromiso de los países hacia estas tecnologías alternativas, fabricantes como Boeing, Airbus y otros, podrían potenciar el desarrollo de productos con propulsión híbrida o 100% amigable con el medio ambiente.
“Airbus nos dijo que necesitan un cliente y un mercado. Y nosotros podemos ofrecerles ambos. Claro, necesitarán un mercado aún mayor y más clientes. Pero alguien tiene que empezar”, agregó Falk-Pedersen.
La modalidad a ser usada por el país europeo estaría basado en descuentos de impuestos y otros beneficios como estacionamiento libre en aeropuertos y estaciones de recarga gratuitas, señaló el ministro de transporte de este país, Ketil Solvik-Olsen.
Durante un evento en enero, un portavoz del gobierno noruego pidió a Avinor trabajar en la migración a aeronaves eléctricas en el ámbito comercial, así como la promoción del uso de biocombustibles.
La experiencia en el terreno de automóviles en Noruega habla de que más del 50% del parque vendido el año pasado fue de tecnología no dependiente del petróleo.