El vuelo se originó en Osaka y llevaba a 159 pasajeros y 6 tripulantes a bordo.
Ambos neumáticos explotaron al tocar suelo, pero el avión logró detenerse sobre la pista y todos fueron evacuados y transportados en autobuses hasta la terminal de pasajeros. El aeropuerto quedó cerrado por unas horas para el remolque de la aeronave afectada, generando más de 80 vuelos cancelados y desviados.
El incidente que registró la aeronave matrícula JA805P, de poco más de 5 asó de antigüedad, fue reportado como grave por La Junta de Seguridad del Transporte de Japón (JTSB), por lo que conjuntamente con el fabricante europeo iniciará ahora una investigación para aclarar el hecho.
Ya en el pasado ocurrieron situaciones similares con aviones A319, A320 y A321. Se han documentado al menos 67 casos, y en todos ellos los pilotos se vieron obligados a aterrizar bajo estas condiciones extremas.