La Agencia Europea de Seguridad Aérea dice que el apagado prematuro de las grabadoras de voz en cabina de vuelo ha resultado, en algunos casos, en la pérdida de información útil que podría haberse capturado si se hubiera instalado una fuente de alimentación alternativa.
EASA agrega que algunas investigaciones han encontrado que tanto la voz de la cabina de vuelo como los registradores de datos de vuelo se alimentan desde el mismo bus eléctrico, lo que hace que ambas grabadoras no funcionen en caso de falla del bus.
La revisión también pretende reducir la posibilidad de que los sensores de impacto, conocidos como g-switches, y diseñados para detener la grabación, puedan activarse accidentalmente por otros eventos.
“Varios organismos de investigación de seguridad han informado problemas de fiabilidad con sensores de aceleración negativos”, dice EASA.
“En varias ocurrencias que involucran altos niveles de vibraciones en el fuselaje, algunos g-switches se activaron prematuramente durante la ocurrencia y, por lo tanto, la grabación de voces o datos se detuvo antes del final del vuelo”.
El aviso de EASA sobre la enmienda propuesta sugiere actualizar las especificaciones de certificación para garantizar que los g-switches “no se usen como el único medio” para detectar un impacto de colisión.
La propuesta implica confiar en la lógica de arranque-parada de la grabadora, en lugar de los sensores dedicados.
EASA también está proponiendo disposiciones para acomodar la instalación de grabadoras combinadas y registradores desplegables.