Con la eliminación de esta clase de servicio, se sumarán entre 16 y 19 asientos por aeronave, alrededor de 500 butacas considerando la flota de 31 jets 737.
“Esto equivale a haber comprado tres aviones nuevos, con la única inversión que nos demandará la nueva configuración”, dijo el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell’Acqua, durante una conferencia de prensa en Aeroparque.
A la empresa le costará unos 15 millones de dólares el retrofit interior de sus aviones, y prevé que sus ingresos se potencien en 73 millones de dólares al año con la mayor cantidad de pasajeros que podrán transportar.
Los 737 MAX 8 que hoy opera el grupo y los que le quedan por recibir, seguirán contando con clase ejecutiva, puesto que se usan y usarán en vuelos de medio y largo radio, como por ejemplo, de Buenos Aires a Punta Cana.
El CEO de Aerolíneas dijo que en sustitución de la business class se incorporará la clase Economy Premium, en la que destinará las tres primeras filas de asientos a mayor espacio para piernas, por lo que se cobrará un poco más.