Según trascendió, el régimen norcoreano estaría buscando impulsar la apertura de su mercado aéreo hacia el exterior, por lo que se habrían acercado a la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés), para que la ella pudiera mediar en el levantamiento de las restricciones que sufren tanto el propio país como su aerolínea nacional estatal Air Koryo, por la mayoría de las naciones de occidente, para así poder emprender una expansión.
La línea aérea norcoreana Air Koryo, catalogada como la peor del mundo y con una flota obsoleta de viejos aviones soviéticos, opera vuelos a Beijing, Shanghái y Shenyang como manera de conexión con el mundo. La capital de ese país, Pyongyang, recibía vuelos regulares de Air China, hasta fines del año pasado, cuando la ruta fue suspendida por la baja demanda.
Sin mayores detalles, se cree que Air Koryo querría llegar hasta Hong Kong, en China y a ciudades rusas. Asimismo, estaría dispuesta a liberar su espacio aéreo a compañías aéreas internacionales que deseen volar hasta el remoto país en donde prácticamente está prohibido viajar, mediante liberación de tasas, incentivos por cargos de combustible, entre otros.