A partir del 2016, las aerolíneas en la que Etihad había invertido han dejado una pérdida cercana a los 2 billones de dólares. Estas malos resultados han hecho que altos directivos de la aerolínea revean sus planes de crecimiento, lo que afecta principalmente a los 160 aviones que Etihad había encargado a las fabricantes Airbus y Boeing.
A pesar de que la noticia se maneja con mucha cautela, los entendidos en el tema han considerado las siguientes opciones: una es, el cambio de equipos, la otra sería retardar las entregas y, por último, la de cancelar los pedidos. También están considerando tomar las 3 opciones juntas.
Esto hizo que sonaran las alarmas en las oficinas de ambos fabricantes, ya que la Etihad tiene más de 88 aviones encomendados a Airbus y 78 a Boeing, por valores de varias decenas de billones de dólares. A pesar de esto, tanto las fabricantes como la aerolínea no quisieron opinar sobre el tema.
La mayoría de estos pedidos se hicieron cuando la aerolínea se encontraba en pleno proceso de expansión e inversión en otras compañías. Además, el acuerdo con los fabricantes contemplaba la opción de transferir estos aviones a aquellas aerolíneas en la que Etihad había invertido. Este proceso tuvo su mayor declive a partir del año 2016 cuando Air Berlín y Alitalia se declararon insolventes; la primera dejó de operar el año pasado y la segunda desde que se declaró en bancarrota, no puede más sumar nuevas aeronaves.