Hace instantes, un Airbus A330-200 de Asiana Airlines, que rodaba en plataforma del aeropuerto internacional Ataturk de Estambul, Turquía, dejó sin cola a un A321 de Turkish Airlines, que estaba aparcado en rampa.
El widebody de la línea aérea coreana se disponía a despegar rumbo a Seúl, pero luego del incidente, el vuelo fue cancelado para revisar los daños a la aeronave. Mientras el que se llevó la peor parte fue el avión de Turkish, que acababa de arribar desde Nicosia, Chipre.
Afortunadamente, nadie resultó herido. Se iniciará ahora una investigación para determinar el motivo de lo ocurrido.
Este tipo de hechos cuestan miles o millones de dólares a las aerolíneas, considerando los costos de las reparaciones, las indemnizaciones y el tiempo del aparato en tierra.