La Administración de Aviación China (CAAC) comenzó la investigación del incidente, por lo que está entrevistando a la tripulación del vuelo en cuestión. El fabricante europeo Airbus también participa en el proceso.
El comandante Liu dijo que oyó un ruido muy fuerte y luego ya vio el cristal desprendiéndose sin ninguna advertencia previa. La aeronave volaba a 32.000 pies y la temperatura exterior oscilaba entre los -30 y -40 grados centígrados.
“Cuando miré hacia el otro lado, el primer oficial estaba parcialmente fuera del avión. Afortunadamente, tenía el cinturón abrochado, muchos dispositivos no funcionaban bien y el avión se sacudía con fuerza. Era muy difícil de controlarlo. El copiloto casi se sale de la cabina pero mantuvo la calma”, dijo el capitán. “Todo en el interior del avión estaba flotando en el aire. No podía escuchar la radio. El avión temblaba con tanta fuerza que no podía leer los indicadores”.
La TCP Zhou Yanwen, dijo que todos los pasajeros gritaban a bordo, por lo que el trabajo de ella y de sus compañeros fue intentar mantener la calma.
“No sabíamos qué estaba pasando y nos entró el pánico. Las máscaras de oxígeno cayeron… Experimentamos unos segundos de caída libre antes de que se estabilizara de nuevo”, contó uno de los pasajeros al Servicio de Noticias de China.
El primer oficial solo sufrió un esguince en la muñeca y cortes faciales y otro miembro de la tripulación de cabina tuvo una leve lesión en la cintura por una caída.
El A319 logró aterrizar de forma segura con los 119 pasajeros en el aeropuerto de Chengdu.