El jet, que perteneció al estado de la ex Checoslovaquia, hoy República Checa, fue usado como avión presidencial en décadas pasadas. La denominación de fantasía que porta ahora en su fuselaje es “Nova Air”, en alusión al nombre del establecimiento hotelero.
Para subir el IL-62 hasta la cima se necesitaron tres grúas, incluyendo una grúa telescópica de 500 toneladas. La popa fue estabilizada por otra de 200 toneladas, ya que el mayor peligro al levantar el jet era el viento. La tercera grúa se usó para ensamblar la primera de 500 toneladas.
El Gerente General del Nova Hotel, Helmut Neukam, dijo: “Esto será algo único en todo el mundo. Después de más de dos horas de trabajo y ante más de 60 espectadores en el tejado del hotel, la nave ‘aterrizó’ en su posición final.”
Neukam explicó que este no es el final del proyecto. Un segundo avión, en este caso, un Boeing 727-200, ya está en ruta marítima hacia Austria y llegará en unos días más en barcaza hasta la ciudad de Graz. Mientras en el Ilyushin se acondicionará un bar, en el Boeing se construirá un restaurant para 45 comensales, con ambas aperturas previstas para el 9 de julio tras inversiones por más de 2 millones de dólares.
El hotel pretende captar así el interés de aficionados a la aviación de todo el mundo.