Al poder transportar alrededor de 280 pasajeros y con un alcance de más de 12.000 kilómetros, el producto fruto de la alianza entre COMAC de China y UAC de Rusia, competirá además con la familia 787 Dreamliner de Boeing. El consorcio CRAIC, que reúne a las dos firmas, incluye a partners como la también rusa Sukhoi, que será responsable de la aviónica y estructura del nuevo avión.
Uno de los destaques del CR929 será su capacidad de 281 asientos en tres clases. Esto colocaría el avión chino-ruso básicamente en el mismo segmento del A330-900, que en una configuración sugerida por Airbus puede transportar 287 pasajeros en tres clases. Aunque tiene un fuselaje más amplio, pudiendo recibir hasta 9 asientos por fila, el diámetro deberá ser de 5,92 metros, dimensiones similares al A350 XWB, que posee una sección transversal de 3,96 metros.
El programa tendrá como desafío mejorar la red de post venta y asistencia a nivel mundial, una de las debilidades de los fabricantes rusos. La potencia que deberá tener cada motor, unas 75.000 libras de empuje, hace suponer que se optaría por un proveedor occidental para ello, a modo de reducir costos.
Para China, la alianza con Rusia significa acceso a mayor tecnología aeronáutica, y para Rusia, el joint venture con el gigante asiático se apalanca en la obtención de líneas de crédito para financiamiento de programas.
CRAIC proyecta que China construya el fuselaje de al nueva aeronave, y que Rusia se encargue de las alas y superficies aerodinámicas.