A pesar de que a menudo se relaciona el accidente del vuelo Vuelo 4590 de Air France con su retirada del servicio en realidad el problema era de índole económico, ya que era un avión muy caro de operar, en especial por su elevado consumo de combustible. Y a esto se unía el hecho de que tenía muy pocas plazas, lo que obligaba a venderlas a un precio que estaba muy por encima de las posibilidades de la mayoría de las personas.
Pero según cuentan un grupo de ex ingenieros que trabajaron en el Concorde las cosas podrían haber sido muy distintas si se llega a haber fabricado el Concorde «B».
El Concorde «B» era una versión mejorada del Concorde con mayor capacidad de combustible, alas lieramente rediseñadas y algo más grandes –de ahí venía en parte la mayor capacidad de combustible– con slats que mejoraban las prestaciones del avión en todo el rango de velocidades, y unos motores con un 25% más de empuje que no necesitaban utilizar el posquemador y mucho más silenciosos que los Olympus 610 que montaba el Concorde.
Estas mejoras habrían dado al Concorde «B» una autonomía que le habría permitido volar desde Londres o París y otras capitales europeas a la costa oeste de los Estados Unidos sin escalas; de Estados Unidos a Japón con una escala; y de Europa a Australia con dos escalas.
Sin embargo para cuando estas modificaciones estaban ya pensadas el Concorde número 16 de producción ha había salido de la línea de montaje y no hubo la voluntad política de apoyar esta variante, así que nunca podremos saber si realmente ese era el avión que las aerolíneas demandaban.
En la actualidad –en realidad desde hace años ya– la tendencia es a usar aviones más lentos pero mucho más económicos de operar.
Las imágenes son del modelo del Concorde B para X-Plane que hay en my-planes.com
* con información de microsiervos.com