No obstante, las dos partes confían en que una mayor demanda por el avión con capacidad para entre 100 y 150 pasajeros, favorecerá la apertura de una segunda línea de ensamblaje en la ciudad estadounidense de Mobile, en Alabama, donde Airbus monta aeronaves de su familia A320 de pasillo único.
Señalaron que el C Series “posee las bases para captar un amplio porcentaje” de los 6.000 aparatos de su segmento que calculan que harán falta en el mundo en los próximos 20 años.
El programa está ahora en fase de despegue y después de las 17 unidades entregadas en 2017, este año se prevé que la cifra se duplicará.
Como ya se había avanzado, Bombardier continuará con su actual plan de financiación, lo que una vez actualizado el calendario significa que asumirá los déficit de efectivo, si es necesario, en la segunda mitad de 2018 hasta un máximo de 225 millones de dólares (191 millones de euros).
En 2019 financiará hasta un máximo de 350 millones de dólares (297 millones de euros) y hasta otros 350 millones de dólares en total en los siguientes dos años “en consideración por las acciones participativas sin derecho a voto y con dividendos acumulativos del 2 %.
Cualquier exceso de déficit durante esos periodos se los repartirán proporcionalmente los accionistas de clase A.
Según el esquema plantado en octubre, Airbus tendrá un 50,01 % del capital, Bombardier conservará un 31 %, e Investissement Québec (IQ) el 19 % restante.
*Con información de EFE