La presión que están ejerciendo los clientes afectados hacia este constructor estaría forzando a que la inglesa se prepare para recortar más de 4.000 empleos esta semana, principalmente en el Reino Unido.
Los problemas radican principalmente en fisuras halladas en la región de encaje del pylon de cada ala de las aeronaves, superficie aerodinámica que une el motor al ala. Estas fisuras estarían siendo provocadas por vibraciones provenientes de los motores Rolls Royce Trent 1000. Los inconvenientes han sido reportados por líneas aéreas como ANA, Latam Airlines, Air New Zealand, Avianca, Norwegian, entre otras.
Este lunes, la compañía dijo que halló el mismo problema en un “pequeño número de motores Package B de larga vida”, lo que requiere una inspección de la flota que lleva el lote B e hizo caer sus acciones 1%.
Tiempo atrás, la empresa había dicho que invertiría más de 300 millones de dólares para reemplazar las piezas defectuosas en los aviones afectados. Esto no incluye las demandas que enfrentará por lucro cesante de parte de las compañías aéreas, al éstas tener que dejar su flota inactiva y recurrir a arrendar equipos para poder cumplir con sus itinerarios.