Con un costo de alrededor de 5 millones de dólares de aquella época, el avión con “cola en T” matriculado como N950PB, fue entregado a Playboy Enterprises en 1969, pero se lo introdujo a servicio recién al año siguiente y se lo bautizó como “Big Bunny”, en alusión al tradicional conejo que la firma usaba como logotipo, el cual lucía en el empenaje y sobre un fuselaje enteramente negro, algo atípico y que requirió una autorización especial de la FAA, convirtiéndose rápidamente en un ícono para la compañía de entretenimiento para adultos.
Esta unidad en particular fue la primera en configurarse como avión ejecutivo, con capacidad para 36 afortunados pasajeros y amenities como teléfono satelital, baños con jacuzzi, bar, proyectores y televisores, entre otros. Asimismo, el exclusivo equipamiento incluía un tanque de combustible extra para almacenar 6.700 litros adicionales y extender así su autonomía.
El DC-9 más “aspiracional” del mundo fue usado para los viajes del finado magnate, pero también como parte del programa de responsabilidad social del imperio Playboy, y fue así que al concluir la Guerra de Vietnam, Hefner puso la aeronave al servicio de niños huérfanos para ser transportados con sus padres adoptivos desde San Francisco hasta distintos puntos en los Estados Unidos. El bimotor cumplió además vuelos chárters especiales bajo autorización de Playboy.
Las esbeltas tripulantes de cabina del exclusivo avión eran llamadas “Jet Bunnies”, cuyo entrenamiento estuvo a cargo de la ex Continental Airlines, hoy integrada a United Airlines.
A mediados de los años 70’s, la empresa decidió desprenderse del emblemático DC-9 como una manera de racionalizar costos superfluos, comprándolo la desaparecida venezolana Aeropostal, quien lo usó por unos años.
En 1979, lo adquirió Aeroméxico y lo tuvo en servicio hasta el 2004 como parte de su flota de corto radio.
En 2008, lo que quedaba del avión fue llevado a Querétaro y es exhibido ahí hasta hoy como parte de las atracciones de un parque temático.
Fotos: Playboy Enterprises / AP / Business Insider / Getty Images / Bob Garrard