Por Gustavo Galeano
El 797 es el nombre tentativo que el fabricante de Seattle le daría a su próximo “New Midsize Airplane”, que se posicionaría por encima del 737 MAX y por debajo de la familia Dreamliner considerando sus capacidades y prestaciones. Básicamente, se habla de un 757 optimizado, modelo discontinuado en 2004.
“Necesitamos un sucesor para nuestros 757 y 767. La mayoría de ellos se retirarán en la siguiente década y quisiéramos ver un nuevo tipo de aeronave para este segmento”, mencionó Bastian.
Informaciones preliminares recabadas por expertos vinculados al proyecto, aseguran que se trata de un avión con capacidad para entre 225 y 260 pasajeros, de pasillo único pero con rendimiento transcontinental (hasta los 9.200 kilómetros de autonomía en una de sus variantes), lo cual lo haría atractivo para muchas líneas aéreas que usan todavía hoy el 757 para operaciones transatlánticas en ciertas rutas que con widebodies resultarían inviables comercialmente.

Boeing, reconoció estar trabajando en el nuevo modelo que llenaría el vacío del 757 y que pelearía con los Airbus A321 de nueva generación, avión al que la mayoría de las compañías aéreas migraron o estarán migrando al no encontrar un equivalente en Boeing, aunque el producto no estaría listo hasta por lo menos 2025, tentativamente.

Sin embargo, transcendió en la industria, que el lanzamiento del 797 es inminente y ocurrirá antes de lo pensado, al punto que los principales proveedores de motores aeronáuticos del mundo: Pratt & Whitney, Rolls Royce y CFM International, habrían tenido plazo solo hasta fines de junio pasado para presentar sus propuestas motrices que podrían impulsarían a este nuevo avión.

Estaremos atentos a las novedades que surjan respecto a la siguiente gran apuesta del constructor norteamericano, que seguramente, al igual a como sucedió con el 787 Dreamliner, sacudirá a la aviación comercial.