Los tres pioneros ayudarán a restablecer el acceso estadounidense al espacio desde suelo norteamericano, capacidad que finalizó cuando el transbordador fue retirado hace siete años. Mann también hará historia como la primera mujer astronauta en el vuelo inaugural con tripulación de una nueva nave espacial de los Estados Unidos.

“Estamos inmensamente orgullosos de Chris y encantados de que forme parte del primer equipo de Starliner”, dijo Leanne Caret, presidenta y directora ejecutiva de Boeing Defense, Space & Security. “Felicitamos a todos los astronautas elegidos para volar a la estación espacial con sistemas desarrollados comercialmente. Damos pasos importantes para esta nación y hacia el desarrollo de un próspero ecosistema espacial”.
Ferguson ha sido parte integral del programa Starliner desde que se retiró de la NASA y se unió a Boeing en 2011. Pasó más de 40 días en el espacio para la NASA durante tres misiones de transbordadores.
“El ingeniero en mí siempre pensó que si no estoy volando una nave espacial, debería formar parte del equipo”, dijo Ferguson. “Mis huellas digitales están en todo el Starliner y estoy emocionado de tener la oportunidad de volver al espacio en un vehículo que ayudé a diseñar desde cero. Junto a mí, todos los miembros del equipo de Boeing han puesto sus corazones y almas en esta nave espacial”.
El vuelo de Starliner será el primer viaje de Mann al espacio. Boe hará su tercer viaje. Mann es teniente coronel de los marines estadounidenses y piloto del aviones de combate Boeing F/A-18 Hornet, mientras que Boe es un coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense que fue piloto de pruebas del Boeing F-15. También ayudó a que la estación espacial fuera un hogar al proporcionar una cocina, baño, dormitorio, sistema de reciclaje de agua y máquina de ejercicios durante la misión STS-126.

El desarrollo de una solución segura, confiable y rentable para los servicios de transporte de la tripulación hacia y desde la Estación Espacial Internacional permitirá que la instalación de investigación en órbita continúe cumpliendo su promesa como un laboratorio de clase mundial. Con la NASA como cliente ancla, Starliner de Boeing está sentando las bases para vuelos comerciales de pasajeros desde y hacia destinos de órbita terrestre baja, para incluir astronautas internacionales, científicos e incluso turistas.