El Dassault/Dornier Alpha Jet de fabricación franco-alemana, el FA-50 Golden Eagle de fabricación surcoreana y el L-15 Falcon de fabricación china, son pequeñas aeronaves también conocidas como cazas de entrenamiento avanzado, (LIFT, por sus siglas en inglés), que dan la oportunidad a los pilotos de entrenar y preparar a los futuros pilotos para combate. Además de ser aviones de entrenamiento, también tienen la capacidad para llevar a cabo tareas de combate básicas y todo esto por menos de la mitad del costo que llevaría hacerlo en un equipo más especializado.

El LIFT FA-50 fue empleado por fuerzas gubernamentales para lucha contra grupos insurgentes en Filipinas en 2017, además ese mismo año la fuerza aérea de Nigeria utilizó los Alpha Jet en combates contra la guerrilla yihadista Boko Haram.

Uno de los aviones de entrenamiento más sofisticados y recientes es el chino L-15 Falcon. Este biplaza cuenta con sistemas de control modernos, alta maniobrabilidad y buenas aptitudes aerodinámicas; con estos rasgos, esta aeronave entrena pilotos chinos como base para luego maniobrar los SU-27, aeronaves de combate conocidas por ser súper maniobrables y que están ahora en servicio en su fuerza aérea.

Su versión más actual, el L-15B, es capaz de realizar vuelos supersónicos, tiene un radar y sistemas para detectar ataques enemigos. En cuanto a su armamento, posee nueve puntos de anclaje, en los cuales se pueden colocar un sistema de lucha radioelectrónica. A pesar de tener todas estas características, no es comparable a los cazas como el F-16 norteamericano o los SU-35 rusos. Pero, el L-15B tiene a su favor a la hora de competir con los cazas de cuarta generación, o con los otros LIFT de su misma categoría, el bajo costo de fabricación, con un costo aproximado de 10 a 15 millones de dólares por unidad, además del costo de mantenimiento es también el más bajo con relación a sus competidores ya mencionados.

Por todo lo expuesto anteriormente, es que esta aeronave ha llamado la atención de naciones de África y América Latina para llevar a cabo misiones básicas de defensa aérea y ataques terrestres. Hasta el momento fuerzas aéreas de Zambia y China ya cuentan con esta aeronave en su flota, mientras que países latinoamericanos como Uruguay y Venezuela han manifestado su interés por la compra de estas unidades, mientras que la República Argentina, ha manifestado interés en el FA-50.