El avión, un Boeing 787-9 Dreamliner matricula JA892A, se encontraba en plena fase de descenso cuando repentinamente la nariz apuntó arriba y segundos después fue empujado hacia abajo por el efecto de los fuertes vientos que dominaban ese día por el tifón Cimaron.

Luego de que la tripulación logró controlar el avión, decidieron alternar en el aeropuerto internacional de Haneda situado a solo 60 kilómetros de distancia, aterrizando allí sin ningún problema y sin reportes de heridos. Ese día más de 200 vuelos fueron cancelados por los fuertes vientos.
El aeropuerto internacional de Narita, ubicado en la prefectura de Chiba es conocido por los fuertes vientos cruzados por lo que las tripulaciones redoblan la concentración para aterrizar ahí. Además es uno de los aeropuertos más frecuentados por los spotters tanto locales como internacionales.